El cáncer de mama es el tumor más frecuente en la población femenina. Cada año en España se diagnostican 26.000 casos nuevos, lo que supone el 30% de todos los tumores del sexo femenino. La edad de prevalencia se sitúa entre los 35 y los 80 años. Las tasas de diagnóstico van en aumento año tras año, aunque esto se puede deber, entre otras cosas, al diagnóstico cada vez más precoz, y al envejecimiento de la población.
Un diagnóstico temprano hace que las tasas de supervivencia sean muy elevadas, estando en el 100% de supervivencia en las primeras fases del desarrollo de la enfermedad. Por ello es importante realizar chequeos médicos o bien utilizar herramientas como la autoexploración mamaria.
Debido a que se empieza a diagnosticar a a partir de los 35 años de edad puedes empezar las revisiones a través de ecografías mamarías en tu centro de salud de referencia, y con mamografías a partir de los 40 años de edad. Pero esto son valores de referencia, si hay antecedentes familiares puedes consultarlo con tu médico y él te aconsejara qué es lo más adecuado en tu caso.
No obstante queremos dejaros unas pautas para una autoexploración manual de las mamas, que se puede realizar una vez al mes.
- Podemos comenzar la exploración acostándonos boca arriba sobre la cama, pero se puede hacer también de pie.
- Colocamos el brazo derecho por detrás de la cabeza
- Con la mano izquierda palparemos de forma suave con los dedos índice y corazón la mama, realizando ligeros círculos y movimientos hacia arriba y hacia abajo, revisando si hay bultos.
- Presionaremos ligeramente los pezones observando que no haya secreción.
- Realizamos lo mismo con la mama izquierda.
2. Nos levantamos y nos ponemos delante de un espejo.
- Observaremos las mamas directamente y en el reflejo del espejo
- Revisaremos la forma y el aspecto de la mama
- Cambios en la textura de la piel: hoyuelos, arrugas, color de piel, abolladuras etc. (diferente a lo habitual)
- Observar si el pezón está hundido o no (diferente a lo habitual)
En ocasiones se pueden palpar pequeños bultos pero no debes asustarte porque pueden ser benignos, o fruto del ciclo del periodo. Por eso se recomienda que se haga esta exploración 5 días después del ciclo menstrual. Si encuentras anomalías, una exploración ginecológica pueden determinar si es algo benigno o no. Muchas mujeres pueden presentar este tipo de bultos que, con revisiones periódicas, se pueden controlar sin que tu salud corra peligro alguno, ya que no no presentan un riesgo para la misma.
Ante cualquier duda puedes acudir a tu médico de confianza y él podrá indicarte las pautas o recomendaciones a seguir.